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La Autoestima y su importancia durante la etapa escolar



Es común que como padres estemos preocupados por cuidar la autoestima de nuestros hijos y busquemos acciones para que sean niños seguros de sí mismos y con alta autoestima, pero ¿qué hacer? ¿qué es exactamente la autoestima? Y ¿cómo podemos promoverla?


Las personas con buena autoestima se caracterizan por valorarse a sí mismas, se perciben capaces, reconocen sus cualidades y se sienten orgullosos de sus pequeños logros, dan lo mejor de sí, se sienten motivados y con confianza para seguir intentado, de hecho una buena autoestima juega un rol decisivo en el aprendizaje y la disposición para aprender en los niños.


La autoestima determina en gran parte la forma de cómo nos presentamos y enfrentamos el mundo, si lo hacemos con miedo o determinación; se va alimentando diariamente por las experiencias, aciertos, desaciertos y se va construyendo a lo largo de la infancia, es un concepto del cual el niño empieza a ser consciente entre los 5 y 6 años.


En el Colegio Bristol sabemos que existe una estrecha relación entre la autoestima y el aprendizaje. Día con día unimos esfuerzos para crear un entorno escolar de confianza y respeto, través del programa de Educación Emocional, el cual ofrece a nuestros alumnos un ambiente donde ensayar, experimentar y adquirir la habilidades, un espacio en donde ser reconocido y valorado por sus propias capacidades, un ambiente para expandir su creatividad, donde su dinamismo sea necesario, donde pueda hacer amigos y construir una percepción positiva de sí mismo y una buena autoestima.

¿Cómo saber cuándo se tiene buena autoestima? Dentro de los comportamientos más recurrentes podemos distinguir es que los comentarios negativos inadvertidos, hacen amigos con facilidad, toman decisiones sin necesitar validación de otros, argumentan claramente sus puntos de vista, adquieren mejores hábitos de estudio, tienen mejor disposición para aprender, buscan alternativas y aprenden con más facilidad.


Lo complejo para entender qué es exactamente qué es la autoestima es que, no es una asignatura o un comportamiento específico, tampoco es claro identificar en qué momento se convierte en “baja autoestima”. Seguramente deseas que tu hijo sea feliz, que sea un adolescente más seguro y logre ser un adulto más equilibrado.


Conozcamos más de que se trata identificando sus principales componentes: la autoaceptación, la autoconfianza, la autocompasión y la autodeterminación.


Al referirnos a la autoaceptación es necesario analizar qué tanto reconocemos nuestras cualidades y debilidades o qué tan sensibles somos al reconocer que podemos equivocarnos; la autoaceptación tiene que ver con que tanto nos aceptamos tal y como somos sin tratar de cambiar para cumplir con los estereotipos sociales o expectativas de los demás.


Hablemos ahora de la autoconfianza, esta va relacionada con el reconocimiento de nuestras propias capacidades, con la certeza de poder enfrentar de manera individual los desafíos de la vida, de tener la percepción de que se es capaz para tomar decisiones sin necesitar la aprobación de los demás.


El concepto de autocompasión por su parte es fundamental para actuar con entusiasmo y optimismo, la autocompasión tiene que ver con la aceptación de manera armónica de nuestros errores, con qué tan amable somos con nosotros mismos, incluso en los momentos en que nos sentimos con miedo o inseguros, o bien cuando nos damos cuenta que has fallado.


Aveces somos rudos y poco comprensivos con nuestros errores, ¿Te ha ocurrido alguna vez que te insultas? o dices “ya sabía que no iba a poder”. La autocompasión nos permite ser más sensibles ante con nuestros tropiezos, saber qué equivocarnos es parte de la vida y que habrán caídas en el camino, lograr la autocompasión nos permite seguir adelante sin culparnos y sin desistir.


Para lograr un buen concepto de sí mismo es necesaria la autodeterminación, esta significa, tener la capacidad de tomar decisiones, ser capas de distinguir y anticiparnos a lo que puede ocurrir, también permite adquirir compromisos, asumir riesgos y las consecuencias de manera independiente. La autodeterminación nos permite reconocernos como personas responsables de nuestras propias acciones y nos da la confianza par seguir adelante y lo más importante desde mi punto de vista, ayuda a seguir hasta concluir las metas que uno se propone.


¿Cómo favorecer la autoestima?


Si queremos hacer que nuestros hijos adquieran una buena autoestima, debemos iniciar con nuestro propio proceso, primero debemos reconocer nuestras propias destrezas y debilidades, después reconoce qué habilidades tiene tu hijo, identifica cómo reaccionas cuando no logras lo que te propones y cómo actúas cuando tus hijos no pueden o logran hacer lo que deberían poder, hacer esta reflexión nos ayudará a darnos cuenta qué cambios positivos podemos hacer, recuerda que somos modelo para ellos, seamos “facilitadores” para la construcción de su autoestima.


Te comparto algunas acciones que pueden ser de utilidad para favorecerla:


  • Refuerza sus aciertos, reconociendo lo que hace bien resaltando sus virtudes, por ejemplo “veo lo mucho que te esforzaste para recoger tus juguetes, eso me deja ver que eres responsable”, hacerlo así le deja claro lo que esperamos de ellos y lo que sí hacen bien.

  • Ayudarlos a identificar sus habilidades y sus fortalezas. Hazlo desde la autenticidad y la realidad, dale ejemplos de las cosas que hace bien y que ha mejorado con la práctica.

  • Es necesario que se dé cuenta que todos nos equivocamos durante el proceso de aprender algo nuevo, hazle saber que se puede equivocar, dile que los errores son “intentos” y que cada uno suma hasta lograr la destreza, déjale saber qué habrán más oportunidades para intentar y de lograrlo. Hacerlo desarrollará su tenacidad y perseverancia, reconocerá el significado del esfuerzo y la voluntad.

  • Ayúdale que tome sus propias decisiones, claro acorde con su nivel de desarrollo, para que puedan aprender a elegir y afrontar riesgos, asegúrate de darle una o dos opciones, usa elementos como la ropa, el color de playera, tiempos y horarios, etc,

  • Guiándolo a construir hábitos y establecer rutinas que le permita saber lo que se espera de él, recuerda que un entorno estructurado le da confianza para actuar, de anticipar y predecir, pasos indispensables para la organización y adquisición de compromisos.

  • Apoyarlo a intentar y esforzarse sin tu intervención, eso le permitirá identificar cuándo pedir ayuda, ofrecerle solo la guía y evita hacerlo por ellos y le envidas el mensaje de “si puedes” lo que alimentará su autoconcepto y podrá identificar para qué es capaz.

  • Valida y acepta sus emociones, la rabia, el enfado, la tristeza forman parte de su personalidad en construcción, escucha sus puntos de vista y permite que experimente, apóyalo para que pueda encontrar estrategias de contención y canalizar sus emociones.

  • Habla de emociones y sentimientos en familia. Para que, de una situación adquiera un aprendizaje, hazlo cuando se sienta más tranquilo y puedan conversar al respecto, usa cuentos, fabulas, películas, etc., para ejemplificar situaciones parecidas al mismo que encuentra otras estrategias de solución.


En definitiva, un niño con buena autoestima es un niño que se valora y confía en sí mismo, que tiene ganas de intentar cosas nuevas, que asume sus responsabilidades, que es capaz de cooperar y logra establecer relaciones armónicas con los otros pero sobre todo, es un niño feliz, dispuesto a aprender y a enfrentar los desafíos que se le presentan en el aula.


Sandra Gorozpe

sandra_gorozpe@colegiobristol.com.mx


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